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jueves, 8 de enero de 2015

Lo que el banco de alimentos y cáritas reparte.





Cáritas Internacional es una organización humanitaria que agrupa a más de un centenar de organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social. Fundada en Alemania en 1867, tiene como base la ayuda a personas con pocos recursos o con riesgo de exclusión social, además de combatir contra la pobreza, también lo hace contra la intolerancia y la discriminación.

Su financiación proviene de donaciones -tanto en dinero como en especie- públicas o privadas, bien procedentes de los socios permanentes, donantes anónimos, instituciones, colectas, etc. El ayuntamiento de Parres ha incrementado su aportación en un 50%, pues de los 2.000 euros de años anteriores pasó a entregar 3.000 euros en el último ejercicio.

Veamos algunos ejemplos: En los registros de hace más de cincuenta años, exactamente entre 1956 y 1961, Cáritas repartió en Arriondas 7.326 kilos de leche en polvo; 3.818 kg. de queso y mantequilla; 2.879 kg. de harina de maíz; 1.840 de sopa; 846 kg. de harina de trigo; 322 kg. de alubias, 46 colchones, mantas, ropas, medicinas, etc. Todo ello por valor superior a medio millón de pts. de las de hace medio siglo.

En aquel momento la llamada “Ayuda Americana” fue de 464.200 pts. La parroquia aportó 81.271 pts. y el reparto de 59.608 litros de leche.

Las “campañas de caridad”, como las denominaba el párroco don Manuel Riera Prida, contribuían con unas cantidades de dinero aceptables.

Así vemos que -en el minucioso libro de registro de cuentas de dicho párroco-, en la sección de Cáritas, aparece anotado el día 4 de enero de 1977: “Entregué a la delegada, la cantidad de 17.500 pts. de la Campaña de Caridad”. Entre los nombres propios que están registrados, aparecen casos y circunstancias muy similares a las de algunos que hoy se ven también en la obligación de acudir a estos servicios.

En las anotaciones de un día cualquiera de aquellos años podemos leer:

A un pobre de Berbes………………………………………………… 100 pts.
Una estufa y la instalación…………………………………………....…1.700 pts.
A un enfermo mental…………………………………………………... 400 pts.
A (…..) para Uralita…………………………………………….......… 400 pts.
A (…..) para operar a una “cría” en Valdecilla……………………...….. 300 pts.
A un transeúnte de Cuéllar………………………………………….…. 150 pts.
Una manta…………………………………………………………….. 350 pts.
A una mujer de Infiesto……………………………………….……….. 100 pts.
A un obrero con hambre……………………………………..……...… 200 pts.
Para el asilo………………………………………………………........ 1.000 pts.
A un anciano……………………………………………………….….. 100 pts.
Medicinas para (…..)…………………………………………….....…. 400 pts.

¿Han cambiado las cosas en estos años? En muchos aspectos sí. Aunque el perfil de los beneficiarios sigue teniendo matices bastante similares al de los de hace cinco décadas.



Dos mil años después de pronunciada en Betania, -en el camino de Jerusalén a Jericó-, sigue escuchándose el eco de aquella voz que dijo: “Porque pobres tendréis siempre con vosotros y podréis hacerles bien cuando queráis”.

Actualmente, Cáritas-Arriondas distribuye las toneladas de alimentos que recibe del: “Plan 2014 de ayuda alimentaria a las personas más necesitadas de la Unión Europea”. Se trata de una colaboración con el llamado “Banco Europeo de Alimentos”, con el fin de ayudarlos en la distribución de los mismos, puesto que no es una misión específica de Cáritas como organización.

Por supuesto que todos los alimentos son gratuitos y de primeras marcas, las mismas que tenemos en los supermercados.

Cada  seis semanas, más o menos, unas ciento treinta y seis cabezas de familia  acuden a recoger alimentos y, en total, se benefician de ellos un promedio de 428 personas.

¿Qué se les exige? Aportar el certificado de empadronamiento que deben solicitar en el ayuntamiento, así como un informe de la asistente social del mismo. De forma confidencial aportan los datos sobre sus circunstancias personales, ingresos, etc. que deberá ser inferior a 460 euros por persona.

¿Qué alimentos y en qué cantidad se les entregan? Pues depende del número de miembros que compongan la familia.

Veamos un ejemplo promedio de un grupo familiar compuesto por cinco personas. En el reparto de los próximos lunes y martes, días 22 y 23 mes recibirán:

1 kgr. de azúcar.
4 kgs. de arroz.
1 paquete de café.
5 chorizos.
1 tableta de turrón duro “El Almendro”.
1 tableta de turrón blando “El Almendro”.
1 tableta de turrón de chocolate.
2 bolsas de polvorones.
10 litros de leche “CLAS”.
4 paquetes de macarrones.
1 litro de aceite.
2 kilos de lentejas.
2 kilos de garbanzos.
2 botes de judías.
2 cajas de quesitos.
2 latas de atún.
3 cajas de galletas.
1 caja de pastas “Campoamor”.
1 botella de sidra “El Gaitero”.
4 botes de tomate.

En ocasiones aparecen transeúntes a los que se les da un vale para comida, o personas con graves necesidades económicas que no pueden hacer frente a pagos puntuales como la luz, el agua, el gas, la renta y -dentro de lo posible- se les ayuda.

El llamado “ropero” abre sus puertas la tarde de los jueves, y distribuye las prendas que recibe después de haberlas revisado, catalogado y planchado -cuando es preciso-.

Ropa de vestir en buen estado, calzado, ropa de cama, etc. llega a dicha sala en notables cantidades. Todo ello proviene de personas donantes tanto de Arriondas como de resto del concejo.

Lo mismo ocurre con los juguetes que la gente, asociaciones, etc. entrega para tal fin, muchos prácticamente sin estrenar. Se van acumulando y, en vísperas de Reyes, se entregan a los menores de edad, hijos de los beneficiarios habituales.

El reparto se hace siempre en los salones parroquiales. Para ello acuden dos tardes seguidas, en horario de 15,30 a 18,30, previa recogida de un número por orden de llegada, con el fin de que la entrega sea lo más organizada posible. De forma que yo mismo voy hasta tres horas antes para dar número a las personas que acudan a solicitarlo, de forma que no se acumulen muchos a la hora de apertura, sino que vayan acudiendo
paulatinamente según el número y la hora que se les asignó.

Este año se me ha ocurrido darles también una tarjeta de felicitación navideña a cada uno de los 136 cabezas de familia que acudan a recoger alimentos. Las tarjetas las he personalizado en el sentido de que -por ejemplo- para los beneficiarios de origen rumano  o árabe sus tarjetas llevan mensajes de deseos de salud y felicidad escritos en lengua rumana o en lengua árabe, respectivamente.

Un reducido y voluntarioso grupo de 10 personas colaboradores hacemos posible que esta organización social y humanitaria siga su labor sin desmayo.

No miran el color, la religión, ni el grupo al que pertenece el beneficiario, sino que tienen ante ellos un ser humano que solicita ayuda. Lo demás es accesorio, nimio, carece de importancia.

Porque la caridad adquiere el rostro del esfuerzo continuado, intentado poner su grano de arena en el cambio de las estructuras injustas.





Francisco José Rozada Martínez.

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