Google+

lunes, 9 de noviembre de 2015

La resurrección de Cristo esperanza de nuestra resurrección

Durante el mes de noviembre, mes en que celebramos la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, la Iglesia reza y ofrece sufragios por los Difuntos, por todos los que nos han precedido en la señal de la fe. Lo hace desde la fe en Jesús Resucitado. Y lo hace ayudándonos a reflexionar en el sentido cristiano de la muerte .

La muerte es una realidad que forma parte de nuestra vida, Nos plantea interrogantes y sigue siendo un misterio. Muchas veces hoy se trata de ocultar esta realidad o no se quiere pensar en ella. Los cristianos tenemos que mirar a la muerte con fe. Dios la ilumina con el acontecimiento  de la muerte y resurrección de Jesucristo. Desde Jesucristo  no tiene la última palabra en nuestra vida la muerte. Dios nos ha creado para la vida.

 Esta afirmación de la vida es la que hace que los cristianos consideremos como lugar santo y visitemos los Cementerios, “lugar donde duermen los que esperan la resurrección” y que éstos no sean “necrópolis”, ciudad de los muertos.  Visitar el Cementerio es  manifestar nuestra fe y nuestra esperanza en la Resurrección.

Los cristianos hemos hoy de vivir y expresar el sentido cristiano de la muerte y no dejarnos llevar de formas paganas de afrontar la muerte. La Iglesia acepta la incineración, pero las cenizas no deben ser esparcidas en la naturaleza, campos, montes, ríos , ni tenerlas en nuestras casas. Las cenizas han de ser depositadas en el Cementerio o en los Columbarios que existen en algunas de nuestras Iglesias Parroquiales. Estos lugares son los que los cristianos tenemos para tener a nuestros seres queridos que han partido de este mundo en la espera de la resurrección.  Quienes somos hijos de Dios por el Bautismo  no hemos de afrontar la muerte 
de una manera pagana.

También los creyentes hemos de ofrecer por nuestros Difuntos el  Sacrificio de la Misa, la mejor oración que podemos hacer por nuestros seres queridos. En la Celebración del Tesoro de la Iglesia que es la Eucaristía pedimos a Dios Padre por medio de Cristo que recuerde “todos sus hijos que han muerto esperando la resurrección”. 

La fe en Cristo Resucitado avive nuestra esperanza en la resurrección nuestra y de la de todos nuestros difuntos.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Rituales funerarios en Asturias.


El cemeterio de Arriondas en 1967

Son los primeros días de noviembre fechas apropiadas para hablar de estos temas. Aunque se mantienen a lo largo de nuestra comunidad los rituales, conceptos, prácticas y creencias relativos a la visión que tenemos de la muerte, muchas cosas han comenzado a cambiar en los últimos años. 

Buena parte de la población ha dejado de tener unas firmes creencias religiosas, pero mantienen los rituales religiosos tradicionales; bien es cierto que hay algunos casos en los que esos momentos delicados en la vida de las familias, son despojados de un sentido trascendente y religioso. 

Hasta ahora son casos no significativos, pero la familia del difunto es consecuente con una forma de sentir y no entra en considerar aquello de que “para no ser menos que los demás” sigamos la costumbre. Y, no digamos, si cumplen los deseos del finado, algo que debiera ser poco menos que sagrado pero que -a veces- se manipula en el último momento. Bien es cierto que no han conseguido arraigar en la sociedad prácticas alternativas a los ritos religiosos, al menos de una forma estándar. 

En el pasado y, muy especialmente en las zonas rurales, la muerte de un vecino se vivía como una situación que afectaba a toda la colectividad; eso ha dado paso a un sentimiento más individual, menos social. Hasta no hace tantos años, el no acudir a la casa del finado a dar el pésame era una desconsideración difícil de aceptar y muy mal se llevaba que la familia decidiese no recibir en su domicilio ni a los más cercanos, considerándolo un agravio en toda regla. 

El cementerio de Arriondas en 1967
Hoy se piensa que, para recibir a los muchos que acudan a manifestarles el pésame, lo más normal es llevar al difunto a un tanatorio, más cómodo, moderno, funcional, sencillo y eficaz. Aquellos “velorios” del pasado -de los que tanto se podría escribir- ya sólo quedan en la memoria de nuestros mayores. Las instalaciones de los tanatorios están pensadas para conseguir un ambiente relajado que propicie y arrope la nueva visión que tenemos de la muerte, lejos de aquellos manifiestos sentimientos que más parecían propios de una tragedia griega. 

Del griego sólo nos quedó la palabra tanatorio, pues Tánatos era el dios personificación de la muerte suave, tranquila; era el hermano gemelo de Hipnos, el sueño. Tánatos era la pulsión de la muerte, opuesto a Eros, pulsión de vida. Por cierto que tanatorio es palabra usada mayoritariamente en España, pues en los países latinoamericanos recibe el nombre de casa funeraria o velatorio (como en Argentina llaman cochería a la funeraria, empresa propiamente dicha). 
El cementerio en 1967

Los tanatorios están plenamente integrados en los comportamientos posteriores a la muerte en Asturias, y las empresas que los gestionan son cuidadosas en lograr un ambiente apropiado que arrope esa nueva visión que los tiempos nos han proporcionado para esas horas que siguen a un momento tan emotivo. Es evidente que algunas personas -especialmente las de origen rural- se mostraron un tanto remisas a admitir esta novedad de los tanatorios en el rito del paso definitivo que supone transitar obligatoriamente de la vida a la muerte; era algo así como mostrar una falta de cariño y respeto al ser querido que los dejaba, como si la comodidad de dejar en manos ajenas la organización de este acto les supusiese una mala conciencia. 

Hoy en día ya casi es inconcebible no acudir a estos servicios que ofrecen los tanatorios y las suspicacias -como en tantos otros casos novedosos en la vida- han quedado superadas. Otro tanto diríamos de las incineraciones, actualmente tan aceptadas. Doscientos crematorios en España dan idea de la acogida de este sistema, y el promedio en nuestro país ya es del 35%, aunque hay ciudades donde se alcanza el 65% de cremaciones. Lo que no hace tiempo se consideraba casi un sacrilegio, o algo exótico más propio de países como India, es hoy un hecho incontestable. 

Cambios culturales de mentalidad, razones ecológicas, falta de espacio, crisis económica y otros, nos llevan a esta nueva solución, no ya de futuro, sino de rabiosa actualidad. No son pocas las familias que, llegada la hora de la decisión sobre estos temas, titubean sobre qué hacer, pues aún no hay un patrón fijo de actuación. Si un rito es aquello que se ejerce de forma sistemática, siguiendo unas pautas de orden temporal y duración específica, habrá que esperar a que el tiempo nos las haga ver como tradicionales, estandarizadas y consolidadas.
El cementerio en la actualidad.
Francisco José Rozada Martínez.

viernes, 6 de noviembre de 2015

La profanación de la muerte.

Profanar es “dar trato irrespetuoso a una cosa sagrada”,  y mientras seguimos celebrando la victoria irreversible de Jesucristo sobre el pecado y la muerte, y en los cuales cada celebración se encarga de recordarnos “que en su resurrección, hemos resucitado todos”, parecería un contrasentido tomar como tema de reflexión una de las 7 obras de misericordia corporales: enterrar a los muertos, ya que festejamos el triunfo de la vida. 

Luego de que Jesús mismo  -en el Evangelio de Mateo (25,31)- nos enseña como tema del Juicio las 6 precedentes (visitar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo y visitar a los encarcelados) viene colocada la séptima obra de misericordia corporal: enterrar a los difuntos, que completa y corona las anteriores. 

Cuando se estudia  Filosofía de la Historia y  se  trata de perfilar el punto en el cual el “hacer del hombre” da comienzo a lo que en una civilización se llama “cultura”, se señalan dos realidades presentes en el actuar humano que lo indican: enterrar a sus muertos y trasmitir a sus hijos lo que saben. Hacia adelante y hacia atrás,  hacia el hoy y el mañana a los que nos sucederán y hacia aquellos de los cuales hemos venido. Es esto es precedente a lo que llamaríamos  “sociedad sedentaria”.  

En la antigüedad dejar insepulto a un difunto era un signo de máxima crueldad y también de venganza. El Imperio Romano, cuando quería dar una lección o escarmiento, asesinaba de manera pública y cruel y luego dejaba los cuerpos expuestos, a merced de las bestias y la burla.  

José de Arimatea, en el poco tiempo restante y antes de la caída del sol, se apresura a pedirle a Pilato el cuerpo de Jesús para darle sepultura, aunque sólo fuera de forma provisional, como signo de compasión y misericordia hacia quien había muerto -que se completaría luego con los ritos judíos del lavado y perfumado del cuerpo- esto ya como veneración, respeto y despedida, antes de que el difunto se presentase ante Dios mismo, limpio de las cosas que podían haberlo ensuciado en la tierra.  

En  Paestum (prov. de Salerno, Italia) hace 2500 años, la tumba del “tuffatore” (el bañista) nos explica la idea pagana de la muerte: en la lápida superior está representado  un joven que, solo y desnudo, desde lo alto de la montaña se lanza  en  un  mar inmenso  para desaparecer en la nada para siempre, en medio de una soledad infinita. Esta es la idea pagana que se tiene de la muerte en la Magna Grecia y en las culturas paganas precedentes al cristianismo. 

En cambio, la fe judeo-cristiana, ha entendido y creído siempre a la muerte no como un final, inexorable y devastador, sino como un “paso para un encuentro” (Pèsaj-Pascua, significa eso mismo: pasar-saltar).  Nada de soledades infinitas y eternas, ni desapariciones en la nada. Pasar de este mundo al Padre, saltar hasta  su presencia amorosa, estar de su casa, sentarnos a su mesa, beber su vino y compartir su pan y viene a buscarnos y llama a  la puerta para cenar  juntos. Se trata de plenitud y de encuentro, donde Dios es todo en todos. Es parte central  de nuestra  fe,  que después de esta vida caminamos misteriosamente -pero de manera real y concreta- hacia ese luminoso “encuentro  familiar” con el Padre que ama, abraza y acaricia, con Jesús el Hijo, nuestro hermano y amigo, con el Espíritu que es la Vida y el Amor, con María la Madre que posa sobre nosotros sus ojos misericordiosos  y con toda esa multitud interminable de amigos y cómplices, que son los santos y los ángeles, de todas las otras criaturas celestiales, y “con los de casa” en esa otra casa más grande que es el cielo. Re-abrazaremos y besaremos con ternura a los que hemos llorado aquí y que cuando marcharon nos faltaron tanto,  dejándonos  un poco más solos, y todo esto no en una 
reunión en hierática, lacrimógena y solemne, sino en medio de la música y los cantos,  en una alegría que no conocemos -porque estaremos de fiesta- en la fiesta de las fiestas; mucho más alegre y divertida, tal que al verla nuestras fiestas de aquí nos parecerán como un velatorio. Encima esta “fiestona del cielo”, no se termina a una hora determinada, es para siempre y sin pausas. No termina nunca. Nos fundiremos en un abrazo largamente esperado, con nuestro padre y nuestra madre, con hijos y  hermanos, con los amigos, con aquella  inolvidable maestra de la escuela y del jardín de infancia, con aquella catequista, con los que aprendimos a jugar y a hacer travesuras, con aquellos compañeros que el sólo recordarlos nos abre una sonrisa de oreja a oreja. 

Pero hablábamos de la séptima Obra de Misericordia: enterrar a los muertos. Da la impresión que algo no está funcionando bien en nuestra  sociedad, ya no sabemos trasmitir bien a nuestros hijos los valores y principios que conocemos, a veces no buscamos el tiempo para hacerlo (y entre estos valores está incluida también la fe) y desde hace un tiempo hemos empezado a no sepultar a nuestros muertos,  resucitando una antigualla, disfrazada de cosa moderna. Digo antigualla porque eran cosas de tiempos pre-cristianos, o sea de hace más de 2000 años atrás. 

Como todos sabemos,  la Iglesia en un tiempo prohibió taxativamente la cremación de los cuerpos, sobre todo porque esto era alentado y practicado por grupos masónicos  -que lo promovían como desprecio hacia la fe cristiana y a la resurrección-. Hace sólo 30 años, en  1983, Juan Pablo II aprobó nuevas normas que dicen: “Si bien es aconsejado vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos, no se prohíbe la cremación, a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana” (CIC. 1176§3) y luego se dice que: “Los pastores han de disuadir a los fieles de prácticas desviadas relativas a las cenizas que -en lugar de enterrarlas o colocarlas en un nicho o en un columbario- se esparcen por el campo, en un río, en el mar, en el jardín de la casa, por ser contrarias a la tradición católica de respeto al cuerpo del difunto.” Esto es profanar, lo que es lo mismo que  dar tratamiento irrespetuoso a lo que es sagrado. 

 En buen castellano el “no se prohíbe”, no quiere decir que se alienta y se acepte plenamente, sin más, simplemente que se quita un prohibición taxativa, pero ni se promueve ni se aconseja… 

Pero de la cremación “no prohibida” al hecho de desparramar las cenizas hay un largo camino, sobre todo estando presente de por medio las obras de misericordia. En Italia hay una infinidad de asociaciones que nacieron para ocuparse de los enfermos y moribundos pobres y, luego,  darles sepultura. 

En la Santa Sede, está en elaboración un proyecto que prohibiría la celebración de las exequias a quienes tengan intención de desparramar las cenizas.  
En medio del estado generalizado de confusión en el que vivimos, se hacen cosas macabras presentadas como normales, impensables para personas que entiendan  estar en su sano juicio.  

Pongámosle un poco de humor a la locura, para poder mirarla con otros ojos. Tomo como ejemplo una figura entrañable para todos: nuestras abuelas.  

Hay empresas que se dedican a brindar servicios  para, digamos, “muertes exóticas” -por llamarlo de algún modo-: asÍ se ofrece hacer collares insertando dentro de cristal las cenizas de abuelita, también floreros con las cenizas visibles a través de cristal, objetos de decoración para colocar sobre la chimenea o la mesa.  Me contaba un funerario amigo que en Asturias ya se ofrece la posibilidad de colocar las cenizas junto a 
cartuchos de dinamita coloreada, que luego se enciende y dispara haciendo fuegos artificiales. Claro, después de haberla quemado en el fuego y machacar sus huesos hasta  pulverizarlos, a las cenizas que quedaron las unimos a  la  dinamita y con “abuelita”  hacemos estrellitas de colores. Una agravio y un insulto a la memoria de una persona que nos amó y que hemos amado, que nos acarició y hemos acariciado. 

Es claro que la sociedad actual con la muerte no sabe qué hacer, trata de esconderla y maquillarla en todas las formas imaginables, menos afrontar y buscar la verdad sobre la vida y la muerte. Dejémonos de dar vueltas y de montar circos en torno a la muerte: los muertos se sepultan, sea el cadáver o sean las cenizas. Saber el lugar donde hemos sepultado las cenizas de  alguien que amamos, sea un cementerio, un columbario, el jardín de casa o bajo un árbol en medio del campo, nos permite ir a pronunciar una 
oración y llevarle una flor, decirles que los extrañamos y que nos faltan, agradecerles todo lo que nos amaron. Lanzándolos al aire, al mar o al río, nos quedará la sensación de haberlos hecho desaparecer en la nada, como el joven de Paestum. 

 Es verdad que están caros los entierros, y que no sólo hace falta dinero para vivir con un poco de dignidad, sino también para morirse, pero eso es harina de otro saco.

D. Gustavo Riveiro.

viernes, 9 de octubre de 2015

Inicio de la catequesis.

El pasado domingo día 4 iniciamos la catequesis de este curso con una excursión a Covadonga. Salimos caminando desde  poco antes de La Riera, disfrutando de paisaje y compañía para llegar a Covadonga y encomendarnos a La Santina en una preciosa ceremonia en la Santa Cueva, en la que participamos niños, familias y catequistas.

Un día precioso, esperemos que la Virgen nos acompañe este curso en nuestro caminar.

Algunos de los que participamos en la celebración.

viernes, 22 de mayo de 2015

Aproposito de Santa Rita.

Procesión Santa Rita 1907

Aunque San Martín es el único patrono y titular de nuestra parroquia desde hace más de seis siglos, Santa Rita es muy querida y celebrada desde hace 119 años. Siempre repetimos esto, para recordar a posibles despistados que Santa Rita no es la patrona, ni siquiera copatrona de la parroquia. Su misa y procesión en Arriondas siempre estuvieron muy concurridas, tanto por la asistencia de los propios vecinos como de devotos que acuden de otros lugares de nuestra comunidad. Después de 35 años sin procesión por las calles de la villa (como ya comenté en este semanario el pasado día 1 de abril), la Asociación de Profesionales del Comercio de Arriondas, en colaboración con el Ayuntamiento de la villa y de acuerdo con el vicario local, ha vuelto a recuperar esta tradición de cara al próximo viernes, día de esta santa italiana y fiesta local.

Procesion  Santa Rita 1952
Costumbre muy arraigada es el acudir con rosas y -después de ser bendecidas- volver a llevarlas a los hogares. Cuando el concejo tenía más vida rural, la feria de ganado en Arriondas por Santa Rita era importante, al igual que sus romerías y verbenas, incluida la correspondiente hoguera. El sentido de parroquia se mantiene en el tiempo, como una unidad en el espacio que tiene su centro en la iglesia. No deja de ser una entidad básica a efectos rituales, y en su entorno se celebraban las actividades religiosas y festivas. Antes se entendía la parroquia también como una unidad administrativa y política, y -por ello- se siguen manteniendo los alcaldes pedáneos, cuya figura a veces no valoramos como se merece. Las parroquias son, sin duda, entidades fundamentales en la configuración espacial de los asturianos. Cierto que su origen está en una división de tipo eclesiástico, pero hace mucho que ha sobrepasado ese tipo de organización. 
Procesión Santa Rita 1953
Hay muchos siglos de historia acumulados sobre la red de parroquias a lo largo de este viejo principado. Aquellas asambleas de vecinos o conceyos abiertos se regían por sus propias ordenanzas parroquiales, ejemplos de democracia directa. La dicotomía entre pueblo y parroquia dio lugar a confusiones, más terminológicas que reales. En nuestras parroquias perviven a través de los tiempos, a pesar de los cambios de culturas, ciertas tradiciones y costumbres, algo más que evidentes en cuanto a los cultos religiosos que, a pesar de sus innovaciones, persisten en su forma externa de manifestarse.
Procesión Santa Rita 1962
Tal cosa ocurre en el caso de las procesiones, ese cortejo solemne tan difundido desde las religiones paganas hasta el cristianismo. En España el mayor apogeo de la liturgia procesional tuvo lugar durante la Edad Media, subsistiendo actualmente y conservando todavía todo su valor en 
decenas de miles de pueblos y ciudades, como la procesión que esta semana se pretende rescatar para las calles de Arriondas. Desear desde estas líneas, por último, que este acto litúrgico se reanude con el mayor de los éxitos y así se vuelva a recuperar una tradición.

Francisco José Rozada Martínez

domingo, 10 de mayo de 2015

Hermógenes de Cofiño y Covadonga (1828-1904)

Hermógenes Fernández Cabal
Don Hermógenes Fernández Cabal nació en Cofiño el 28 de diciembre de 1828, hijo de Bernardo y de Francisca. Fueron sus padrinos don Diego del Cueto Santos y doña María del Socorro Cantillo (la cual era 
hermana de don Ignacio, párroco de Cofiño en aquel momento).

De profesión molinero, trabajó en su tierra atendiendo ese tan habitual artilugio hidráulico asturiano, pues ríos y regatos abundan por doquier en esta lluviosa región. Molinos siempre viejos, como reliquias de un pasado que no volverá. Cuando le preguntas por la antigüedad de su molino a alguno de los poquísimos molineros que quedan, suele responder siempre algo así como: “Tien munchísimos años, e muy, pero que muy vieyu, porque equí molieron mio padre y mio güelu, y paezmi que también el so padre”. De modo que la principal dedicación de Hermógenes estaba entre maíz, moliendas, tremolias, molares, pines, cabries, rodetes y presas (por citar algunos elementos imprescindibles en los molinos). Parres contaba con más de 70 molinos hace menos de cincuenta años. 

1945 Construcción de capilla y nuevo piso.

Cada atardecer, Hermógenes merendaba un pan de picos y un vaso de vino en “Casa de Tomasín”, por los que abonaba una “perrona” y -con sus escarpinos y madreñes- recorría los caminos de la falda del Sueve donde Cofiñu (confinium=límite, confín) está a 391 metros sobre el nivel del mar.

De promesa en Covadonga...

Además de molinero, Hermógenes tenía una habilidad especial para la talla en madera y en piedra. Quedan por el concejo aleros, cornisas, arcos de piedra labrada y otros que salieron de sus manos.



1938 obras en la cueva.




 Su partida de defunción, redactada hace casi ciento once años, dice literalmente así:

“En el cementerio de la iglesia parroquial de San Miguel de Cofiño, concejo y arciprestazgo de Parres, provincia y diócesis de Oviedo, a veintitrés días del mes de agosto de mil novecientos cuatro, yo Juan Alvarez, Cura Párroco de ella, di sepultura eclesiástica al cadáver de D. Hermógenes Fernández Cabal, que falleció el día veintiuno a las tres de la tarde en este pueblo y parroquia de Cofiño, de donde era natural y vecino; era hijo legítimo de D. Bernardo y Dña. Francisca, también de ésta; estaba casado con Dña. Carlota de la Fuente, con quien tuvo seis hijos, a saber: Dña. Eudosia, difunta, pero con legítima sucesión, D. Pascual, Emilia y Eduardo, casados y D. Alejandro y Luis, solteros;  recibió todos los Santos Sacramentos, se funeró con derecho a funeral mayor, falleció a causa de debilidad de corazón a la edad de setenta y seis años. A pesar de no saber dibujo y no haber tenido maestros, era un tallista de primera, deja memoria de muchas iglesias, en el retablo mayor de la Santa Iglesia Catedral de Oviedo, restaurado por Sanz y Forés y en la Capilla de la Cueva de Covadonga. En esta iglesia deja el baptisterio, los confesonarios, el arco de piedra de grano que está sobre el sepulcro de D. Luis y otras de menor importancia.

Partida de defunción de Hermógenes Fernández

Estaba condecorado con la Cruz de Isabel la Católica por un atril y una Cruz de la Victoria, que hizo de madera de tejo, restos del templo llamado del milagro, que se quemó en Covadonga y que le encargó Alfonso XII y concluyó en tiempos de Alfonso XIII a quien lo entregó en mano en la visita que hizo al Santuario, y para que conste lo firmo, fecha ut supra”. Firma el licenciado Juan Álvarez. 

En algún lugar hemos leído que don Hermógenes habría tallado el apostolado del camarín de Frassinelli de la cueva, pero no está fehacientemente demostrado.

En 1874, con la colaboración de don Máximo de la Vega y don Roberto Frassinelli, se comenzó la construcción de un templo abierto en la cueva de Covadonga, sin variar el lugar del altar, con una balaustrada de protección y con la capilla dispuesta en un extremo de la cueva. Para este camarín, se utilizó madera tallada y polícroma, evocando al original, con unas almenas de coronación exterior que la dotaban de cierto aspecto militar, cubierto en su interior por escayola y pan de oro. Como complemento, se acometieron las obras de construcción de la escalinata de piedra y se colocó la pila de la emblemática “Fuente del Matrimonio”. Sin embargo, las críticas a esta intervención, que afectaban fundamentalmente al camarín, tachándolo de atildado y pulido, con exceso de oro en su interior y exterior impropio de la grandeza de la peña, ya comenzaron poco tiempo después de su culminación, reflejados en el duro informe que realizó sobre él la Real Academia de la Historia en 1928. La Santa Cueva de Covadonga sufrió durante la Guerra Civil el saqueo de algunos de sus tesoros, así como el deterioro de sus pavimentos y balaustrada. 


Del mismo modo, los refugios o abrigos que se hicieron en este lugar provocaron grietas y hundimientos de determinada zonas de la peña. Usando como pretexto la necesidad de proteger las construcciones del interior de la cueva, se realizó el desmonte de la capilla construida por Frassinelli, lo que supuso una estrategia que permitió la posterior transformación del lugar. De hecho, el arquitecto encargado de llevar a cabo las obras, Luis Menéndez-Pidal, juzgó la iniciativa de “afortunada”, ya que facilitaba la eliminación del antiguo camarín. Se proyectó una reconstrucción de conjunto, que englobaba el aspecto fundamental, la iglesia de la cueva, y sus elementos circundantes. Respecto a la iglesia se tuvieron en cuenta tres factores: el motivo del culto, la importancia y aspecto del mismo, así como las circunstancias locales. El motivo del culto, la imagen de Nuestra Señora de Covadonga, implicaba su instalación en grado máximo de amplitud y visibilidad; tal como la vemos hoy, no dentro de la capilla que fue dedicada a sacristía.

Vista general a comienzos del SXX



Francisco José Rozada Martínez
3 de mayo de 2015















Convivencia de monaguillos.


Ayer una estupenda representación de nuestros monaguillos participaron en una convivencia en el Seminario Metropolitano junto a un montón de monaguillos del resto de Asturias.

El servicio que hacen cada domingo nuestros chicos y chicas de catequesis, ayudados por Falo y Julio, es para tener en cuenta, y ahora estos cinco ya tienen su carnet de monaguillo.

La jornada ha sido excepcional y la hemos disfrutado a tope:

Hemos tenido una hermosa catequesis centrada en la "vocación", en la que hemos visto como el Señor nos pone su marca de amor, y luego nos llama a cada uno, personalmente para encomendarnos una misión. Para triunfar nos animará ayudará la comunidad.

Luego jugamos al parchís, superando duras pruebas en las que aprendimos mucho de lo que significa ser monaguillo...

Agotados nos paramos a comer un rato, y a jugar, a disfrutar de la compañía de tantos compis... curioso que sin conocernos, ya había algo que nos unía, y no fue difícil hacer amigos, en un ambiente super agradable.

Tras un duro partido de  fútbol, o juegos alternativos, ensayamos unos cantos y celebramos una preciosa eucaristía, en la que no faltaban monaguillos..."Dios nos llama a amar, a amar como el Padre"

Finalmente y por si fuera poco una estupenda merendola y alguno se llevó alguno de los regalos que sortearon los seminaristas, que nos habían acompañado durante todo el día.

Por cierto, hemos de agradecer a ellos, los seminaristas que se están preparando para ser sacerdotes, su atención, el servicio y el cariño con el que nos acogieron en su casa y el preparar una jornada tan bonita para todos. Desde aquí les mandamos un abrazo muy fuerte. ¡Muchas gracias!




martes, 10 de febrero de 2015

Agasajos en el Monasterio de Villanueva




Monjer benedictinos.
El viejo cenobio cangués celebra este próximo día 21 de febrero de 2015, el 1.269 aniversario de su fundación por el rey don Alfonso I el Católico y su esposa doña Ermesinda. Una tradición siempre envuelta en dudas y nebulosas históricas de variado tipo. Desde el año 746 acá han ocurrido demasiados sucesos relacionados con la fundación, vida y aconteceres del monasterio benedictino de San Pedro.

Pila Bautismal de San Pedro de Villanueva
Detengámonos hoy en los personajes y peregrinos que hacían un alto en Villanueva de camino hacia Covadonga. El 23 de mayo de 1616 (un mes después del fallecimiento de Miguel de Cervantes y de Shakespeare) el Nuncio y legado del Papa Paulo V concedió una canonjía en Covadonga a un sacerdote de Valladolid, pero como tardó en presentarse para tomar posesión del beneficio otorgado, cuando llegó ya había ocupado el cargo el cura de Villanueva Paulo González de la Cuesta, mientras los fieles de Villanueva eran atendidos por el prior de Covadonga, don Gonzalo de Villarroel. La concordia entre ambos curas está documentada en el archivo de Villanueva, pero extrañamente el documento no se registró en el de Covadonga. Así se puede leer: “Paulo González, canónigo de Covadonga, paga 36 ducados por la mitad del beneficio que lleva destaCassa en Santa María de Villanueva que se entiende la mitad de todos los diezmos de pan y recilla y compango, excepto las bollas y oficios”. En el mismo libro de 1616 se anota: “Gonzalo de Villarroel, Prior de Covadonga, paga 96 reales por la mitad de las bollas y oficios de Santa María de Villanueva”. Se habla de Santa María de Villanueva como parroquia, no de San Pedro como titular del monasterio. La pobreza de Covadonga era mayor que la de Villanueva y, así, en 1591 se anota que se entregaban dos celemines de escanda al abad de Covadonga, como limosna. Muchos eran por otra parte los gastos que originaban los huéspedes que pasaban por el monasterio y después visitaban Covadonga. En 1684 el General de la Orden Benedictina estuvo en el lugar y entre él, los criados y demás que le acompañaron, figuran gastos de trece reales en comida y vino, más otros dos reales para las mujeres que llevaron la comida a Covadonga. Al año siguiente el monasterio abonó treinta y tres reales por diez libras de diferentes dulces para agasajar a don Gregorio Cisneros, el gobernador, con su familia y otros caballeros. Además se abonaron diez reales por una caja de hoja de azahar confitada; veintiún reales por dos cajas de conservas; seis libras de chocolate supusieron cuarenta y ocho reales, otros cincuenta y tres por una arroba de azúcar. Por el “cortexo” (agasajo) que se le hizo en Cangas al citado gobernador gastaron cuatro reales más. En cuanto al libro de registros de bodega quedó anotado que -entre las misas y el gobernador Cisneros que estuvo en el monasterio con otra mucha gente- se gastaron catorce cántaras y media. A las criadas del prior de Covadonga les pagaron los monjes en 1686 cinco reales, por dar de comer en su casa al abad de Celorio y al prior de Nava, además de seis “quartos” a diferentes pobres en la iglesia de Covadonga; más otros dos reales al criado del cura de San Martín que dejó dos caballerías para subir a Covadonga.

El monasterio en el S XIX
Así van pasando años y anotaciones de gastos ocasionados por el abad de Oviedo y el definidor de Cornellana; para pagar a testigos de los varios pleitos que mantenían con vecinos, linderos y otros curas; a los mozos que iban a Oviedo  a llevar y traer cartas; a los músicos de Covadonga para celebrar San Benito en el monasterio o a los mozos de cocina que debían desplazarse con algunos invitados. A veces las comitivas eran amplias como en el caso del Fiscal de la Audiencia de Oviedo que -entre el 14 y el 20 de septiembre de 1777- junto con su “madama, hija, doncella, señor lectoral, señor capellán, un agente fiscal, cuatro mozos, siete caballerías y ponerles comida en la venta de Sotiello y cena y comida en Covadonga, se gastaron novecientos setenta y seis reales”.

Claustro del monasterio
Ya la semana anterior los monjes le habían pagado veinte reales al que les avisó de que venía el fiscal. Ese mes fue movido en Villanueva porque, seguidamente, -entre los días 21 al 28-  se hospedó el Regente de la Audiencia de Oviedo que llegó con una comitiva similar al fiscal, a saber: “Madama, doncella, capellán, un dominico, un paje, un lacayo, cuatro mozos y nueve caballerías. Ponerles cena en Zereceda (sic) en Covadonga y cuando salió de aquí…todo seiscientos treinta y dos reales”. Gastos que, a veces, se veían obligados a abonar en especie, como cuando -en 1712- lo tuvieron que hacer con terrenos que tenían en La Riera de Covadonga. Como vemos, no estuvieron para las fiestas de la Virgen de Covadonga, los días 8 y 9 de septiembre. Todo indica que esta coincidencia de visitas fue con motivo del fallo del pleito del río a favor del monasterio. Tanto el fiscal como el regente fueron de los últimos visitantes del santuario antes del incendio que destruyó todo lo que había en la cueva apenas un mes más tarde, el 17 de octubre de aquel año 1777.

¿Qué compraban los monjes para los agasajos o “cortexos”? Veamos algunos ejemplos tal y como quedaron anotados en los libros de cuentas:

Hojas de azahar confitada, dulces secos, anises, bizcochos, chocolate, salmones, truchas, lampreas, anguilas, congrios, pollos, terneros, manteca fresca, peradas y otros.

El monasterio hacia 1945
                 

miércoles, 14 de enero de 2015

Actividades navideñas 2014/2015

Aunque la actividad de catequesis "para" durante las vacaciones, los grupos tenemos diferentes actividades durante la Navidad, así mantenemos un poco la comunidad y los grupos y podemos compartir con la familia actividades parroquiales, incluso fuera de Arriondas.

Este año el Belén estuvo en el templo.


En primer lugar recordar que este año, el Belén, y una pequeña exposición estuvo montado en el interior del templo. el resultado pese a ser un poco más humilde que en años anteriores, fue espléndido.

Una pequeña muestra de la exposición de belenes del mundo.

Una de las actividades estrella de la Navidad es sin duda el Belén de cumbres, este año nos fuimos a Fuentes, a poner nuestro peculiar Belén formado por figuras de barro que los propios chicos hicieron en la parroquia un par de fines de semana antes de la excursión.

Trabajamos duro mayores y pequeños para hacer un Belén original.
Nos juntamos mayores y pequeños a modelar las figuras del Belén, y después de cocerlas las pintamos de colores vivos, era un Belén muy especial, llevaba algo nuestro. No faltó alguna vianda para recuperar fuerzas e incluso cantamos algún villancico.

Trabajo duro que merece recompensa.
Las figuritas las llevamos bien protegidas el día de la excursión. Aunque el tiempo no acompañó como otros años, fue una jornada estupenda de convivencia. Madrugamos para coger el tren que nos llevaría a Fuentes. Desde allí subimos andando al picu La Llana , una cumbre muy asequible con un cómodo acceso desde la carretera a Sinariega.

En la cumbre, tomamos un tentempié mientras buscábamos un buen lugar para nuestro Belén y lo íbamos colocando con la ayuda de un poco de yeso. En las fotos podéis ver que el resultado fue muy aparente.

La vuelta fue muy bonita también, bajamos a Fuentes, y nos resguardamos un poco del orbayu mientras visitábamos la capilla del pueblo, luego, caminamos hacia el río para atravesar el Sella por el puente colgante y subir al autocar que nos llevaría de vuelta a Arriondas desde Margolles.

Pulsando aquí o en la foto del Belén podéis acceder al album de fotos de la excursión (Si tenéis más fotos podéis añadirlas al album).

Los Reyes Magos y San José
Otra actividad que parece afianzarse es la del Belén viviente el día de Navidad. Es una hermosa experiencia y a los niños y no tan niños les encanta.


Un lujo de Belén para nuestra parroquia.

El grupo de jóvenes, acudió también estas navidades a la misa Joven, dia que aprovecharon también por la mañana para tener una covivencia, hacer una comida de confraternización y por la tarde antes de la misa visitamos el albergue y casa de acogida de Cano Mata. Así nos empapamos un poco en el proyecto que estamos preparando y del que pronto tendréis noticias.

La entrada a Cano Mata.

Finalmente el 29 de diciembre en colaboración con la Asociación cultural el Lladuengu, estuvimos cantando villancicos en la calle. Este año un poco de prueba, no planteamos ninguna intención más que salir y cantar villancicos. La gente que nos vió disfrutó mucho y algunos incluso cantaron con nosotros. Esperamos repetir el año que viene y que podamos contar con más gente de la parroquia, incluso quizás le podamos dar una intención solidaria.


sábado, 10 de enero de 2015

Visita a la exposición "60 años formando pastores"




El pasado 16 de noviembre, coincidinedo con la misa joven, que se celebra en el seminario metropolitano cada tercer domingo de mes, nuestro grupo de jóvenes visitó la exposición "60 años formando pastores", que esta instalada en el mismo Seminario Metropolitano.

Allí pudieron comprobar como se formaban los sacerdotes hace años y como se forman ahora, tuvimos además la suerte de que D. Diego nos enseñara la exposición, llena de recuerdos y vida en forma de cuadernos, libros, vestidos, y otros muchos materiales y anécdotas.


Tras conocer las diferentes dimensiones en las que debe formarse un sacerdote, encendimos una vela y oramos para que el señor envíe más vocaciones a seguirle.

También hubo tiempo de firmar el libro de visitas.

Después fuimos a celebrar la misa joven, de la que cada vez somos más asiduos.

jueves, 8 de enero de 2015

Lo que el banco de alimentos y cáritas reparte.





Cáritas Internacional es una organización humanitaria que agrupa a más de un centenar de organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social. Fundada en Alemania en 1867, tiene como base la ayuda a personas con pocos recursos o con riesgo de exclusión social, además de combatir contra la pobreza, también lo hace contra la intolerancia y la discriminación.

Su financiación proviene de donaciones -tanto en dinero como en especie- públicas o privadas, bien procedentes de los socios permanentes, donantes anónimos, instituciones, colectas, etc. El ayuntamiento de Parres ha incrementado su aportación en un 50%, pues de los 2.000 euros de años anteriores pasó a entregar 3.000 euros en el último ejercicio.

Veamos algunos ejemplos: En los registros de hace más de cincuenta años, exactamente entre 1956 y 1961, Cáritas repartió en Arriondas 7.326 kilos de leche en polvo; 3.818 kg. de queso y mantequilla; 2.879 kg. de harina de maíz; 1.840 de sopa; 846 kg. de harina de trigo; 322 kg. de alubias, 46 colchones, mantas, ropas, medicinas, etc. Todo ello por valor superior a medio millón de pts. de las de hace medio siglo.

En aquel momento la llamada “Ayuda Americana” fue de 464.200 pts. La parroquia aportó 81.271 pts. y el reparto de 59.608 litros de leche.

Las “campañas de caridad”, como las denominaba el párroco don Manuel Riera Prida, contribuían con unas cantidades de dinero aceptables.

Así vemos que -en el minucioso libro de registro de cuentas de dicho párroco-, en la sección de Cáritas, aparece anotado el día 4 de enero de 1977: “Entregué a la delegada, la cantidad de 17.500 pts. de la Campaña de Caridad”. Entre los nombres propios que están registrados, aparecen casos y circunstancias muy similares a las de algunos que hoy se ven también en la obligación de acudir a estos servicios.

En las anotaciones de un día cualquiera de aquellos años podemos leer:

A un pobre de Berbes………………………………………………… 100 pts.
Una estufa y la instalación…………………………………………....…1.700 pts.
A un enfermo mental…………………………………………………... 400 pts.
A (…..) para Uralita…………………………………………….......… 400 pts.
A (…..) para operar a una “cría” en Valdecilla……………………...….. 300 pts.
A un transeúnte de Cuéllar………………………………………….…. 150 pts.
Una manta…………………………………………………………….. 350 pts.
A una mujer de Infiesto……………………………………….……….. 100 pts.
A un obrero con hambre……………………………………..……...… 200 pts.
Para el asilo………………………………………………………........ 1.000 pts.
A un anciano……………………………………………………….….. 100 pts.
Medicinas para (…..)…………………………………………….....…. 400 pts.

¿Han cambiado las cosas en estos años? En muchos aspectos sí. Aunque el perfil de los beneficiarios sigue teniendo matices bastante similares al de los de hace cinco décadas.



Dos mil años después de pronunciada en Betania, -en el camino de Jerusalén a Jericó-, sigue escuchándose el eco de aquella voz que dijo: “Porque pobres tendréis siempre con vosotros y podréis hacerles bien cuando queráis”.

Actualmente, Cáritas-Arriondas distribuye las toneladas de alimentos que recibe del: “Plan 2014 de ayuda alimentaria a las personas más necesitadas de la Unión Europea”. Se trata de una colaboración con el llamado “Banco Europeo de Alimentos”, con el fin de ayudarlos en la distribución de los mismos, puesto que no es una misión específica de Cáritas como organización.

Por supuesto que todos los alimentos son gratuitos y de primeras marcas, las mismas que tenemos en los supermercados.

Cada  seis semanas, más o menos, unas ciento treinta y seis cabezas de familia  acuden a recoger alimentos y, en total, se benefician de ellos un promedio de 428 personas.

¿Qué se les exige? Aportar el certificado de empadronamiento que deben solicitar en el ayuntamiento, así como un informe de la asistente social del mismo. De forma confidencial aportan los datos sobre sus circunstancias personales, ingresos, etc. que deberá ser inferior a 460 euros por persona.

¿Qué alimentos y en qué cantidad se les entregan? Pues depende del número de miembros que compongan la familia.

Veamos un ejemplo promedio de un grupo familiar compuesto por cinco personas. En el reparto de los próximos lunes y martes, días 22 y 23 mes recibirán:

1 kgr. de azúcar.
4 kgs. de arroz.
1 paquete de café.
5 chorizos.
1 tableta de turrón duro “El Almendro”.
1 tableta de turrón blando “El Almendro”.
1 tableta de turrón de chocolate.
2 bolsas de polvorones.
10 litros de leche “CLAS”.
4 paquetes de macarrones.
1 litro de aceite.
2 kilos de lentejas.
2 kilos de garbanzos.
2 botes de judías.
2 cajas de quesitos.
2 latas de atún.
3 cajas de galletas.
1 caja de pastas “Campoamor”.
1 botella de sidra “El Gaitero”.
4 botes de tomate.

En ocasiones aparecen transeúntes a los que se les da un vale para comida, o personas con graves necesidades económicas que no pueden hacer frente a pagos puntuales como la luz, el agua, el gas, la renta y -dentro de lo posible- se les ayuda.

El llamado “ropero” abre sus puertas la tarde de los jueves, y distribuye las prendas que recibe después de haberlas revisado, catalogado y planchado -cuando es preciso-.

Ropa de vestir en buen estado, calzado, ropa de cama, etc. llega a dicha sala en notables cantidades. Todo ello proviene de personas donantes tanto de Arriondas como de resto del concejo.

Lo mismo ocurre con los juguetes que la gente, asociaciones, etc. entrega para tal fin, muchos prácticamente sin estrenar. Se van acumulando y, en vísperas de Reyes, se entregan a los menores de edad, hijos de los beneficiarios habituales.

El reparto se hace siempre en los salones parroquiales. Para ello acuden dos tardes seguidas, en horario de 15,30 a 18,30, previa recogida de un número por orden de llegada, con el fin de que la entrega sea lo más organizada posible. De forma que yo mismo voy hasta tres horas antes para dar número a las personas que acudan a solicitarlo, de forma que no se acumulen muchos a la hora de apertura, sino que vayan acudiendo
paulatinamente según el número y la hora que se les asignó.

Este año se me ha ocurrido darles también una tarjeta de felicitación navideña a cada uno de los 136 cabezas de familia que acudan a recoger alimentos. Las tarjetas las he personalizado en el sentido de que -por ejemplo- para los beneficiarios de origen rumano  o árabe sus tarjetas llevan mensajes de deseos de salud y felicidad escritos en lengua rumana o en lengua árabe, respectivamente.

Un reducido y voluntarioso grupo de 10 personas colaboradores hacemos posible que esta organización social y humanitaria siga su labor sin desmayo.

No miran el color, la religión, ni el grupo al que pertenece el beneficiario, sino que tienen ante ellos un ser humano que solicita ayuda. Lo demás es accesorio, nimio, carece de importancia.

Porque la caridad adquiere el rostro del esfuerzo continuado, intentado poner su grano de arena en el cambio de las estructuras injustas.





Francisco José Rozada Martínez.

sábado, 3 de enero de 2015

Parres y el banco de alimentos.

(Casi el 7% de la población del concejo recibe ayuda alimentaria)

La Fundación Banco de Alimentos de Asturias es una organización sin ánimo de lucro gestionada por personas voluntarias, que tiene como objetivo principal la lucha contra el despilfarro de alimentos y su destino a personas sin recursos. Gestiona los excedentes alimentarios del Fondo Social de la Unión Europea, así como muchos otros procedentes de donaciones de industrias, asociaciones, instituciones, socios particulares, etc.




El Banco almacena los alimentos durante breve tiempo y los distribuye con un margen de varios meses dentro del plazo de consumo preferente. Lleva seis proyectos diferentes de intervención tales como la colaboración con entidades benéficas, sociales o asistenciales; el de menores con riesgo de exclusión social; cajas de emergencia social y otros.

Este tipo de organización comenzó sus pasos en Estados Unidos en los años 60 del siglo pasado y la idea llegó a Europa en 1984. España cuenta con 52 Bancos de Alimentos, pues hay varias Comunidades Autónomas con más de uno. En Asturias inició su labor en 1998 recogiendo 30.000 kilos que destinó a 42 centros intermediarios de reparto, llegando en el año 2012 a recoger casi 1.500.000 kilos que destinó a 152 centros con casi 25.000 beneficiarios.

En Parres colabora de forma muy destacada llegando a 136 familias del concejo, lo cual supone un colectivo de unas 428 personas. Esto viene a indicarnos que casi el 7% de la población recibe ayuda alimentaria cada 50 días aproximadamente. Los receptores tienen que justificar previa y documentalmente -incluso bajo declaración jurada- todos sus ingresos, gastos detallados y percepción de salario -cuando lo tienen-; además de estar censados en Parres. Así, una persona que sólo perciba ingresos justificados por menos de 641 euros al mes, (que serán 817 € si son dos miembros en la familia, 930 € en el caso de que sean tres, 1.170 € para cuatro o 1.346 para cinco miembros) tendría derecho a recibir ayuda.


Diez parragueses colaboradores voluntarios trabajan desinteresadamente en la recepción, reparto y distribución de alimentos a través de la entidad benéfica Cáritas de Arriondas, la cual abona los gastos del transporte de los alimentos desde el Banco, en Oviedo, suple algunas carencias dentro de sus posibilidades y pone al servicio del Banco sus locales en la parroquia de la villa.

No se piense que la mayoría de receptores son inmigrantes. En los siete repartos de este año 2014 hemos constatado que el 63% de beneficiarios son ciudadanos españoles y el 37% restante son inmigrantes, en ambos casos censados en Parres. A buen seguro que en los próximos repartos de los días 22 y 23 de diciembre y seguirá aumentado el número de necesitados.

Terminamos señalando que ese casi 7% de parragueses con necesidades especiales de ayuda es un tanto por ciento similar al de otros concejos asturianos.



Francisco José Rozada Martínez